sábado, abril 19, 2003

19 de abril de 2003

Siete de la mañana, todos arriba, vamos a Miyayima
Por la mañana la mujer de la casa nos ha preparado un suculento desayuno, onigiri enrollado en alga, muy rico, y sabroso, y café aguatis tipico de Japón. La mujer amablemente nos da todo lo que pidamos, se parece a mi abuela con eso de “te has quedao con hambre?”
Después nos llevan a la ciudad a la plaza de la estación de Hiroshima, y allí nos encontramos con el resto de la expedición. Y cojemos el tren para Miyayima, en una media hora estmos en la ciudad. El día es lluviso y hay mucha niebla, tenemos que tomar un ferry que nos llevará hasta el santuario de Miyayima.mientras vamos en el Ferry se ve todo precioso, porque la niebla está ligeremante por encima del mar y se ve todo como encantado, como algo espiritual. Al llegar otra vez hay gamos, y son un coñazo.
Nada más bajar, se ve toda la isla, y el famoso Torii, que flota en el agua. No está sujeto de ninguna manera ni al fondo, ni a la tierra, flota siempre en círculos por no se que ley física.
Llegamos hasta donde está el templo. Es muy grande es sintoista y está medio flotando en el mar, para que la marea no lo inunde. Cuando lo vamos viendo, hay una boda, sintoista, todos nos paramos para verla, es muy curioso.
La novia lleva tapada la cabeza, por que dicen la novia espiritualmente tienen un cuerno en la frente que sirve para atraer a los hombres y entonces se le tapa el cuerno para que el día de la boda no pueda seducir, a ninguno.
La escena es genial, porque la niebla envuelve el templo, y parece algo másgico de ensueño, todo está lleno de wakkas, escritos en los aleros. Y paseamos tranquilamente mientras disfrutamos, del templo.
Después vamos a la zona de tiendas, y allí probamos unos dulces de castaña, mezclados con chocolate o kiwi que solo hay en el lugar, están calentitos y tienen froma de estrella. Después de comer unos cuentos, seguimos visionando el lugar. Pillando subvenirse y disfrutando del lugar. Llovizna un poco, y el dia está muy cris, pero eso no impide, que caminemos un buen rato.
Después paramos a comer, en un restaurante. Lo genial de los restuaurantes japoneses es que en el escaparate, están reproducidos en cera, todos los platos, del mismo. Y puedes ver como es lo que vas a comer. Yo comí Katsudon ((bowl de arroz, con costilla de cerdo rebozado, huevo semiescalfado, y cebolla.) algunos comieron Ostras que son muy buenas en aquella ciudad, pero a mi esas cosas me dan mucho respeto.
Después, volvimos a hiroshima tras dar un paseo, por la zona.
A en hiroshima empezamos a pensar en las compras, de última hora. Y empezamos a recorrer los Sogo, de Hiroshima. Un compañero se compró unos tabi (calcetines tradicionales), y yo me tuve que resistir bastante ennla sección de discos. Es horrible, pensar ver tantos dicsos que quieres comprar, y que tu Master Card está al borde del colapso. Aún asñi me quedé un rato viendo un DVD de Utada Hikaru, que se estaba proyectando, en un expositor. Su música es un poco coñazo pero la tia está como un queso.
Por cierto nos enteramos que Hikaru Utada daba un concierto en Hiroshima esa noche. Estuvimos pensando un rato en si podíamos ir, como simple curiosidad, pero la curiosidad era bastante cara, unos 3.500 yenes (como casi 30 euros ), y además ni me molaba bastante y quizás las familias no estuviesen por la labor.
Así mirando de un lado a otro pasamos la tarde, más tranquila, con síntomas claros de agotamiento, de un viaje tan intenso, y por otro lado con ganas de quedarte más tiempo.