martes, abril 15, 2003

Tokio 2

15 de abril de 2003

Nos despertamos a las 8 de la mañana porque a las 9 hay que pirarse al shinkansen que tendremos que coger a las 9,30 con destino Kyoto.
Desayunamos en el hotel en le comedor que está en la planta de arriba una planta 23. con lo cual se ven bastantes cosas desde el restaurante, todo el puerto y la zona de shinjuku y Roppongi.
Desayunamos de bufet así que me gindo dos cuencos de arroz buenisimos y omoretsu, soba, una tostada café (lo siento el café es insustituible para mi por las mañanas sin el no soy persona.) y agua, con kilos de hielo (para la leve resaca)
Así que a las 9,30 estamos montados en el Shinkansen tren bala, y nos piramos para kyoto, justo destrás de nosotros viene una excursión de secundaria, que van a Hiroshima. Los muchachos con uniformes negros y las niñas con uniforme azul marino, el tipico uniforme de colegial japonés pero lo gracioso es que cada uno lleva zapatillas diferentes, para los niños japoneses es la forma de marcar su identidad, de mostrarse distintos al resto de compañeros, y las hay de todas clases y colores, todas de marca, de tenis, de baloncesto, las tipo converse, etc...
Es tan tipico que pedimos a las profesoras que nos dejen sacarnos una foto con ellos. Ellos están tan alucinados como nosotros. Destrás de mi sillón están unas niñas, que quieren hablar con nosotros. Y para nosotros es una buena manera de practicar japonés más basico que con las chicas de nuestra edad, con los niños la conversación es más banal y mas directa, es el mejor intercambio que he hecho en todo el viaje, nos preguntan, nuestros nombres, de donde somos, que edad tenemos, si tenemos novia, si nos vamos a casar, que color nos gusta que serie de televisión, que grupos de música, esto también revela algo de la forma de pensar de los adolescentes japoneses. Por cierto aplausos ara el sistema educativo japonés, a diferencia de los yankies, saben que españa no está en Sudamérica y aunque al principio les cuesta decir donde está exactamente, dicen que cerca de Francia, otra que al lado de Italia, y cuando dibujamos el mapa de España lo reconocen perfectamente. Por lo menos están bien orientados. Y hasta una chica se atreve a poner un punto en el centro y dice que es “Madrid”.
Nos ofrecen caramelos, japoneses, una cosa que es como gelatina de color rosa, nosotros amablemente aceptamos, y como no tenemos otra cosa que ofrecer, saco una loncha de jamón serrano, que llevaba para ofrecer a las familias japonesas, como tenia bastantes bolsas, abrí una para darles a probar, y vaya si les gustó, que querian más. Yo les explique que era carne de cerdo “butaniku”, y se lo tragaron con ganas, después nos pidieron que les enseñaramos algo de español, así que que tuve que transacribir a katakana, algunas frases tipicas Hola, Adios, Gracias, Por favor, Mi nombre es..., etc...
Vereis como alguna de estas chicas acaba yendo a España dentro de algunos años. Encima hicimos un poco de propaganda de Salamanca y les comentamos que hay muchos japoneses estudiando español en esta ciudad. Así que no me sorprenderia encontrarme con alguna de estas criaturas por estas calles.
Así las casi dos largas horas que ibamos a pasar en tren se pasaron volando, y las profesoras encantadas de la vida porque todos están pendientes de nosotros en vez de correr por el tren como hacen normalmente. Cuando llegamos a Kyoto y salimos del tren, todos agitan la mano y se despiden en español “ADIOS”.
Así nos bajamos en Kyoto, y nos desplazamos hasta el hotel residencia universitaria donde nos alojaremos, está muy bien, y nos tratan muy amablemente pronto empezamos a enamorarnos del acento de Kansai (dicen que el canturreo es muy similar al de Galicia, hay gallegos hasta en japón ¿?)
La verdad es que me gustó mucho Kyoto, más que Tokio, en kyoto la gente parece más cordial, más tranquila, y esta ciudad ofrece una perfecta simbiosis entre lo moderno y lo antiguo, y el barrio de Gion es precioso.
Comemos tranquilamente en el Hotel, y después una pequeña siesta, de media hora.
Quedamos a las 2 de la tarde en el hall del hotel para ir a ver Kyoto.
Bajamos todos menos Michiko la señora de Yayima y Beatriz la chica que está con nosotros, que dicen que se han ido, a no se que cosa, así que el resto nos vamos, a ver Kyoto, nada más salir, vemos muchas duiferencias con respecto a Toki, es más amplio, los edificios son más bajos, hay más jardines, el aire es más seco, y tambien más puro por que está en un valle rodeado por bosques muy extensos. Me gusta, me gusta muchísimo Kyoto. Si viviese en Japón Kyoto sería una de las mejores ciudades para vivir. La población es de 2,5 millones, para España grande para Japón normal tirando a pequeña. Otras ciudades de la región de Kansai: Osaka 8 millones, Kobe 6 millones, Nara 1,5 millones.
Vemos a dos niñas, con uniforme de un colegio católico ¿en Japón? Pues si en Japón hay Jesuitas, toma ya, (estos, capullos, están en todas partes). Las niñas llevan uniforme azul tipico pero hay algo que resalta, zapatos negros, y calcetines, blancos larguísimos, pero doblados a la altura del tobillo, y que llegan hasta la mitad del gemelo. (muchas chicas dde aquñi saben a lo que me refiero)
A todo esto, que pillamos el motro y nos vamos hasta el centro, el metro de Kyoto es muy sencillo, tiene 4 lineas, dos transversales y dos circulares.
Acabamos en el centro de la ciudad en el barrio moderno, que tiene galerias y depatos muy chulos, restaurantes de Yoshinoya, y muchos puestos con dulces de Yokkan y bolas de harina de arroz, asadas muy ricas. Así que vamos picoteando por todos los puestos. Desde luego si vais a japón y estais a regimen, os perdereis muchas cosas, por que he comido como un cerdo en este viaje.
Algunos compañeros aprovechan para sacar y cambiar dinero, y vamos hats el rio, donde está el Teatro Imperial, allí entremos, y se abre ante nosotros el bario de Gion, el de las casa de geishas, donde nos espera una grata sorpresa...
Entramos corriendo para ver la casa de las geishas, y vemos a una, que no es japonesa, es Beatriz nuestra compañera de viaje, que la han vestido de Geishas, le cobran 15.000’en, y le dejan dar un paseo durante 15 minutos. Nos hacemos unas cuentas fotos chorras con la geisha improvisada. Después nos adentramos en Gion, unos quieren ir de compras, y otros, nosotros nos vamos para seguir viendo Gion, un barrio muy tradicional, con casas tipicas del japón antiguo
Después bajamos por la misma avenida, y mientras caminábamos, mientras comprabamos dulces de mochi, y Yokkan en puestos con barbacoa que habia por la calle. Pero que dulces tienen estos japos son geniales. Como es posible que esten delgados si tyo no paro de comer.
Como tenemos que estar a las 8 en el hotel porque hemos quedado, con una profesora que quiere conocernos, vamos a un restaurante Yoshinoya, que para entendernos es como un Mc donalds de comida japonesa, en concrteto de Gyudon, el bowl de arroz que lleva finas tiras de ternera al estilo japonés con cebolla y aceite de soja. Esta muy bueno. Y es muy barato 280 yen (2 euros)
Y lo más curioso es que nada más entrar antes de que pidas te ponen un vaso de ocha (te verde), que por cierto está ardiendo, algo que no entiendo de los japoneses es por que la comida está siempre tan caliente.
Después nos damos el piro, y vamos hasta la casa de la señora que nos ha invitado, es una argentina pesada, que quiere conocernos, Nobuo muestra no tener la mas minima gana de ir, pero es muy japonés y muy educado y no le queda otro remedio.
La casa es absolutamente Kitch, es una casa inglesa en mitad de un barrio japonés, hay que ser hortera, y cuando entras parece más inglesa todavía, nos ofrece té, decimos si es te verdem, y nos deja petrificados, cuando dice “esa mierda no” te inglés de verdad” (lo que no sabrá la pedante esta es que el té inglés es de china), no hace más que aparentar ser de clase alto o algo así porque hablando de las diferencias, entre el español de argentina y el español de castilla, dice que no se que palabra no se la atribuyamos a ella, que esa palabra es propia de la chusma y de los bajos fondos. ¿?
Su hijo es majete, lleva una camiseta del Valencia, y comenzamos a hablar con el de Nakata, y de los equipos japoneses, y de los equipos españoles, y por lo menos pasamos un rato agradable.
Después de un rato, nos piramos, y ahora a Yayima se le ve más suelto tanto que empieza a cantar, en japonés y nos hace cantar a todos. “Utatte”
Pues nada que volvemos al hotel y a sobar que el dia es bastante cansado. Y mañana queda la visita grande por Kyoto.