domingo, abril 04, 2004

Día 2 Viaje 2

La mañana del 4 de abril amaneció muy gris y fría, tanto que tuve que hacer uso del abrigo de invierno aun estando en primavera. No tardamos mucho en salir, de casa no antes sin visitar a la medre del señor Hirose, que vivía en una casa justo debajo de donde yo dormía en la misma parcela. Así pues, salimos hacia Shibuya, pero antes pasamos por un parque lleno de árboles de Sakura, en pleno florecimiento. Una absoluta maravilla. Algo antes de las 11 llegamos a la salida de Hachiko en Shibuya, donde tengo cita con Hanako y Shinya.

Que ganas de volver a ver a mis buenos amigos, celebro muchísimo, este reencuentro, Hanako se alegra mucho de vernos, otra vez, y tras casi un año, y con shinya tanto lo mismo.

Primero pasamos por HMV y pillo algunos discos, deseados, recibo consejos de Hanako y Shinya. Despues vamos a tomar un café en el Denmark Coffee del Sentagai, y hablamos mucho rato, sobre Salamanca sobre las citas que tuvimos, y sobre muchas cosas más. Fue algo muy sincero y tierno. Hablar con Hanako es algo muy enriquiecedor, me parece una de las personas más inteligentes que conozco, habla casi 5 idiomas, y el español lo domina, conociendo frases hechas y expresiones inimaginables para una japonesa que habla español.

Después visitamos recofan, visitamos mandarake, y fuimos caminando hasta Harajuku, donde comimos, comoda y traquilamente, no se pero el tiempo pasabo tranquilamente mientras hablabamos de muchísimas cosas. Hanako se sorprendió de lo mucho que mi japonés había avanzado, y así seguimos hasta el Yamanote, y fuimos hasta Shinjuku, subimos al Tokyo Tochou (Gobierno Metropolitano de Tokyo), desde donde vimos todo Tokyo, y después bajamos.

Para poco más dio el día eran las 6 de la tarde y Shinya y Hanako, volvieron a sus casas, y nopsotros también. Hanako nos acompañó un rato ya que vivía unas estaciones después de nosotros, y con una cálido abrazo nos despedimos. En Japón, tengo muchos amigos pero Shinya y Hanako, son quizás algo más especiales dentro de todos los conocidos. En fina el regreso es con mucha lluvia, así que vamos casi corriendo, y llegamos a la casa, hablamos de los discos y las cosas que había comprado, y de algunos mangas que pillé en el Mandarake, el señor Hirose nunca había leido un manga en su vida. Y le gustó.

De pronto recibí una llamada, Es Yaabuchi Yoko, una chica con la que coincidí en el viaje pasado, algo buscona pero muy graciosa y espabilada. Así que quedamos en encontrarnos al día siguiente después de su trabajo.

Una ducha, una cena, amable hablando con la familia, y a dormir. esa noche hubo un pequeño terremoto.